Debut en el cine del escritor Stephen Chbosky, que adaptó su propia novela con éxito en una de los dramas adolescentes más celebrados de la década de 2010. Fue la Mejor Ópera Prima para los Independent Spirit Awards, los Oscars del cine indie americano, y consolidó a Ezra Miller como una gran estrella emergente después de la arriesgada “Tenemos que hablar de Kevin”.
Charlie (Logan Lerman), un joven tímido y marginado, escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda asuntos como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que afrontar dificultades, al tiempo que lucha por encontrar un grupo de personas con las que pueda encajar y sentirse a gusto.